Fast Fashion

Autor: Publiko 15 enero, 2018


Salir de casa luciendo como modelo de pasarela con un look súper exclusivo es el sueño de cualquier fashionista.

Las marcas del fast fashion han invadido el mundo y ser super trendy es más barato que nunca.

El modelo de negocios del Fast Fashion ha cambiado a la industria textil. Zara, H&M y Forever 21 son algunas de las marcas que ofrecen este modelo.

 

Estás marcas controlan el proceso completo; Diseñan, fabrican y distribuyen. Esto permite que los ciclos sean más cortos y pueden ofrecer hasta 24 colecciones al año.

¡Eso es mucha moda!

Para mantener el ritmo estas empresas recurren a todos los trucos de la industria: Ropa de tendencia corta que pasa de moda en un mes.

La amas, tienes que tenerla y después te arrepientes de haberla comprado.

 

Plagio de colecciones.

Tenemos un papá pidata.

 

Rotación de productos y reciclaje de material.


Todo lo que no se vende vuelve a los talleres por una manita de gato.

 

Pero lo más importante de su estrategia es:

Ropa que dura menos de un año. Así aseguran que regresaras pronto y como hay diseños nuevos terminarás comprando de más, aunque solo te lo pongas una vez. Así hasta el infinito.


Esto es contaminante; la ropa que termina en la basura, el agua que se utiliza para teñir, generar energía para las fábricas, etc.

 

Existe también un alto costo humano; mucha de esta ropa se produce en fábricas que emplean niños, tienen bajos estándares de seguridad y sueldos infrahumanos en países de tercer mundo.

 

Esta avalancha de moda desechable termina por alejar a los consumidores de los diseñadores y las marcas que ofrecen ropa de mejor calidad tanto en su manufactura como en su propuesta.

Las tiendas fast fashion ofrecen ropa de tendencia a precios aparentemente bajos. Al final la escasa calidad obliga a repetir el gasto. Es un modelo para el consumo que no tiene nada que ver con la expresión de lo individual que ofrece la moda de verdad.

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