Personaje de la semana: Los tráilers de la muerte

Autor: Publiko 21 septiembre, 2018

Un país en ruinas es aquel en el que sus muertos ya no caben en la tierra. Un país en ruinas es aquel en el que sus autoridades deshumanizan un cadáver hasta borrar cualquier rastro de dignidad.

Esto nos demostró el gobierno de Jalisco cuando decidió que el mejor destino para 273 cuerpos humanos era hacerlos peregrinar de un municipio a otro, en la caja refrigerada de un tráiler. Así, como si fueran algo un poco peor que mercancía robada porque nadie la quiere.

Como políticos mexicanos que son, todos los involucrados se dedicaron a practicar el juego favorito de los burócratas finos: aventar la bolita. Como si echarse la culpa los hiciera más humanos, como si negar su participación u omisión fuera razón suficiente para que la percepción cambiara.

El gobierno estatal argumenta que no tiene espacio para albergar los cadáveres, en tanto el municipal de Tlaquepaque aseguró que no podía tener la caja porque despedía olores fétidos. Después el cargamento de muerte se movió a un espacio a cielo abierto. Al final se resguardó en una bodega de la Fiscalía de Jalisco.

La caja refrigerada estaba rentada desde 2006, ante la prohibición para incinerar cadáveres no identificados establecida en 2013, aunque el gobierno de Jalisco no la respetó sino hasta 2015.

Como todas estas historias, hay una dosis de ironía en todo esto. Uno de los dos responsables castigados, Luis Cotero, exdirector del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, tiene una hija desaparecida desde hace dos meses. En respuesta a su despido, exigió al gobernador que con el mismo arrebato y vehemencia con el que se separó de su cargo, se busque a su hija. Mientras tanto, el secretario general de Gobierno, Roberto López, quien estuvo enterado todo el tiempo de esta acción tomada ante la nula respuesta para construir más criptas, sigue despachando en su cargo como si nada pasara. Lo mismo sucede con Aristóteles Sandoval, quien ha hecho gala de su capacidad para esquivar preguntas y echar culpas.

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