Star Wars: The Last Jedi

Autor: Publiko 14 diciembre, 2017


Pocos estrenos generan tanta expectativa como una nueva película de Star Wars. La espera terminó y los geeks del mundo tienen por fin un pretexto para disfrazarse y salir a lugares públicos.

El episodio ocho es una digna representante de su familia aunque difícilmente será recordada como una de las mejores a menos que el episodio nueve sea un desastre total.

Los Últimos Jedi muestra el músculo de los Estudios Disney en una película que no deja descansar ni un minuto a los espectadores. Esto es importante para que los agujeros en la trama y la falta de profundidad dramática se noten lo menos posible.

 

——————————– Spoilers ———————————————-

 

Esta vez The First Order ya lleva la ventaja y ha instaurado un reino de terror en la galaxia donde la democracia no les dura nada (parecen país latinoamericano) pero los rebeldes siguen en lo suyo y no le dan descanso al líder supremo.

La película empieza con la costosisima destrucción de una nave enemiga para después llevarnos a toda velocidad hasta el lugar en el que Rey intenta convencer a Luke de que regrese a la batalla.

Los rebeldes la están pasando mal porque ya los traen cortitos y no les queda más opción que embarcarse en una persecución galáctica que se mueve como carrera de caracoles.

Mientras tanto los rebeldes tienen problemas entre ellos y el conflicto parece elección interna del PRD. Por suerte está Finn que se va a un lujoso casino a buscar a quien sabe quien que sabe algo que sirve para sepa dios que.

Así pasan los minutos y Luke sigue necio que no quiere entrenar a Rey. Aquí la cosa se pone esotérica, descubrimos unos libros viejos y unas cuevas misteriosas. La cosa es medio rara pero se aguanta porque hay palomitas.

Ahí anda Kylo con su pelazzo intentando convencer a Rey de que se una a la causa y hasta logra llevarla con el líder supremo. Lo mejor de la película es ver a los aspirantes a Jedi combatir mano a mano con unos guardias disfrazados de Lady Gaga.

Ya luego sale Yoda a decir sus cosas desde el más allá y todo se siente como cuando Kalimba canta con OV7. Obviamente la historia sigue avanzando en todos los frentes y hasta nos dejan ver el legendario planeta de tundra de El Imperio Contraataca.

Todas las batallas son épicas y aderezadas con tantos personajes cómicos que ya no sabe uno si le cambiaron la película por una de los Muppets.

La más épica es la batalla entre Kylo y Luke que es intensa pero un poco chafa en su final.

 

———————————- Fin de Spoilers—————————

 

La película sufre de un mal endémico de las sagas cinematográficas: No es una película, es un trailer de las películas que vienen.

No solo eso, es excesivamente complaciente con los fans. El resultado es una película entretenida llena de lo que más amamos de Star Wars pero que carece de lo que más amamos del cine.

Un buen puente para un desenlace espectacular pero una película mediocre comparada con el episodio siete. Recomendamos comprar palomitas, nachos y hot dog para mantenerse divertidos.

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