Chong y EPN: Promesa de campaña

Autor: Publiko 13 febrero, 2018

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Los primeros años del Mirreynato en México fueron años de prosperidad y pactos. Daba la impresión de que el nuevo PRI sí era nuevo y que nuestro presi podía de verdad mover a México.

 

Las cosas iban tan bien que hasta le dieron permiso al gabinete de lucir un poquito y el señor Chong pensó que era una invitación a hacer campaña.

 

Del brazo de Rosario Robles se fue a hacer campaña en todos lados con la Cruzada Nacional Contra el Hambre.

Osorio se ganó todos los favores de su jefe porque la estrategia de seguridad aplicada por el secretario funcionaba de maravilla: no hacer nada diferente, mantener igual la tasa de homicidios pero no decirle a nadie.

 

Así estaban. Todos felices repartiendo contratos y buscando mansiones para alquilar cuando empezó a llover en la fiesta porque se les había olvidado clavar los cuchillitos en la tierra.

Un tiempo todos fingieron que la fiesta seguía y que Chong podía con todo. Entre otras cosas, aprobaron la reforma educativa y solo fue necesario encarcelar a Elba ESther Gordillo un par de años.

Ni las casas, ni los trenes cancelados, ni la lluvia intensa parecían tocar al secretario que ya desde entonces pintaba como el sucesor natural del Mirrey máximo.

Desgraciadamente palacio no sería palacio sin no hubiera traiciones y desencuentros. Alguien tenía que tener la culpa de la poca popularidad del presi y ni modo que fuera él mismo.

El pobre de Miguelito tuvo que hacer sus maletas porque a la casa se mudaba Meade: único miembro del gabinete al que todavía no le encontraban alguna casa de grupo Higa.

 

Esta es solo una más de las desgarradoras historias de amor que se dan en la política mexicana.

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