Mitos y realidades del VIH y el SIDA
Autor: Publiko 28 agosto, 2018
El VIH es una enfermedad tabú rodeada de prejuicios, suposiciones y miedos.
Vamos a aclarar algunas cosas:
Ser VIH positivo no es lo mismo a tener SIDA. El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) es un retrovirus que ataca el sistema inmunitario, es decir, ataca el sistema que nos defiende de las infecciones. De esta manera, una persona con VIH padece enfermedades simples (enfermedades que un sistema inmune regular podría evitar) de las cuales se recupera con dificultad. El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es la etapa más grave y crítica del VIH. En ella, enfermedades oportunistas atacan y hay riesgo de muerte. Tener VIH no necesariamente significa que se vaya a desarrollar SIDA. Bajo el tratamiento correcto, una persona con VIH puede vivir una vida normal y nunca llegar a tener SIDA.
El VIH se transporta en el semen, las secreciones vaginales y rectales, la sangre y la leche materna. Puede contraerse por utilizar una aguja infectada, tener heridas abiertas que entren en contacto con semen o secreciones vaginales y rectales infectadas y, lo más común, por sexo vaginal o anal. El VIH no se contagia por medio del sudor, la saliva, las lágrimas ni el contacto piel con piel. No te vas a contagiar por usar el mismo tenedor, compartir alimentos o bebidas, por sentarte en la misma taza de baño, ni por dar un beso, ni sostener la mano o abrazar a una persona infectada. Tampoco por un mosquito ni por el aire o el agua. Relájate un chingo con esos mitos.
Hace varias décadas hubo infecciones por transfusiones de sangre infectada. Actualmente hay un control rígido en los hospitales y bancos de sangre.
Formas de prevención: no compartir agujas, usar condón y hacerse la prueba regularmente. La PrEP (profilaxis pre exposición) es un medicamento que se recomienda a personas en riesgo de contraer VIH, pero es costoso y aún no llega al sector salud mexicano.
Ser diagnosticado(a) con VIH no es una sentencia de muerte. Actualmente, los tratamientos con antirretrovirales evitan la multiplicación del virus y las enfermedades relacionadas con él. Desde el 2003, las muertes asociadas al SIDA se han reducido en un 43% debido a los desarrollos farmacéuticos. Una persona con VIH bajo el tratamiento adecuado tiene una esperanza de vida igual a la de una persona seronegativa (que no porta el virus). (Hasta fumar te quita más años).
Vivir con VIH no es tan diferente a vivir con diabetes, por ejemplo. Con los cuidados necesarios, la calidad de vida puede mantenerse. El único verdadero problema es que una persona seropositiva tiene que enfrentarse a todo el juicio y la discriminación que traen consigo la ignorancia sobre el tema. Seamos más informados y quitemos el prejuicio.
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Cuídate.