¿Alguna vez te has preguntado si tienes edad para ciertas cosas? Cuando estás en el proceso de llegar o pasar los ‘treintas’ suele ser confuso, o al menos eso me pasa a mí, y en mi día a día hay cosas que me ponen a pensar ¿cómo te vuelves un ‘chavorruco’? ¿qué te hacer ser una ‘señora’? ¿ya soy una ‘chavorruca’?

Mi incertidumbre creció el pasado 24 de febrero en el Foro Indie Rocks, donde se presentó el Morres Tour: Los diabólicos, Sgt. Papers y Señor Kino, de esta última banda sonorense hace algunos meses mi novio me había pasado unas rolas y cuando supe que en 2018 fue digna representante en Coachella e incluso se convirtió en una de las bandas más jóvenes en tocar en el festival, no había opción, obviamente tenía que conocerlos.

Aún así me relajé, entré y logré un buen lugar casi por en medio, traté de disfrutar el concierto en donde Los diabólicos demostraron que traían muchas ganas de que todos terminaran por hacer un gran mosh todo el tiempo, y mientras eso ocurría sin distinción de género yo solo pensaba “oh señor, no quiero que me empujen, ni que me pisen, no quiero bailar, solo quiero disfrutar de la banda”.

Intenté buscar un sitio más tranquilo pero fue imposible, así que terminé por llegar hasta atrás, sí, ahí con la pareja de papás que veían como su morrit@ se madreaba a otros más (y casi, casi, le tomaban fotos).

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En fin, con altas expectativas aguanté por dignidad, por no dejarme apantallar por lo que era obvio, así vi llegar a Sgt. Papers que no me decepcionaron e incluso ya también es una de mis bandas favoritas, y a las 21:30 horas en punto llegaban al escenario Karl, Carolina, Sofía, Ramsés y Eruviel. 

Foto: Aran Martell/Publiko

La verdad es que escuchar a Señor Kino en vivo fue un agasajo, por un instante me olvidé de que era la de 30 años con morritos de 17, y claro que canté y bailé con Limonada Rosa o Señorita Hernández (hasta atrás del Foro donde nadie me pegara o me pisara mis tenis), claro que se rifan tocando su garage/surf y que por supuesto iría a verlos nuevamente, pero entonces ¿qué pasó?

Después del evento, y mientras caminaba sobre las calles de la Roma-Condesa me puse a pensar ¿Será qué la música tiene rangos de edad? ¿así se sintieron mis hermanos o primos cuando en los conciertos me acompañaban a ver a Insite o Finde o División Minúscula? ¿ya nunca me va a gustar meterme a un mosh para evitar la vergüenza de que me digan “ya siéntese señora”?

La realidad es que aún no lo sé, no sé si es madurar o crecer, o darte cuenta de que hay cosas que ya no puedes hacer, pero mientras lo descubro aquí seguiré escribiéndoles para que se rían de mí o lloren conmigo.

Chavorruqueando desde un rincón en la CDMX, que la fuerza los acompañe…