¿Por qué en México no pasa nada a pesar de las denuncias del #MeToo? Entre el #YoSíTeCreo y el #NotAllMen

Autor: Armando Garcés 27 marzo, 2019


Escritoras de México decidieron sumarse al movimiento #MeToo denunciando a sus acosadores en redes sociales

Cantidad de relatos/denuncia fueron compartidos desde el jueves 21 de marzo en redes sociales, cuando el hashtag #MeTooEscritoresMexicanos se convirtió en tendencia tan solo un par de días más tarde. Aparecieron perfiles donde publican estos testimonios y animan a las mujeres a denunciar a sus agresores,  anónimamente si así lo quieren.

 

Su objetivo: visibilizar el abuso, acoso y maltrato contra las mujeres en el ámbito literario, en un esfuerzo de justicia restaurativa para las víctimas que, empoderadas y reunidadas como lo muestra el manifiesto que acompaña al hashtag #EscritorasJuntasMarabunta, se atrevieron a denunciar los abusos que han sufrido para cambiar la realidad patriarcal de los espacios que habitan y hacer a un lado la normalización de las violencias de género.

 

“Qué extraños días donde lo que muchas veces pensamos decir y no dijimos, ahora se grita. Que estamos todos confundidxs, sí. Habrá que ir pensando qué sigue después de todo esto, cómo regular desde todos los ámbitos lo que ya, ¡por fin! está sobre la mesa.” —Violeta Horcasitas 

 

Las denuncias no se quedaron en la industria literaria, también fueron expuestos agresores músicos, fotógrafos, académicos y periodistas de todo el país.


Se utilizaron también las etiquetas: 
#MeTooFotógrafosMexicano
s #MeTooMúsicosMexicanos
#MeTooPeriodistasMexicanos 
#MeTooAcadémicosMexicanos
Por mencionar algunos.

 

 

Denuncias #MeTooEscritoresMexicanos

 

El perfil de Twitter @MeTooEscritores fue la plataforma donde se empezaron a compartir estos testimonios-denuncia. Una de las primeras en hacerlo, fue la feminista y comunicadora política @anag_g  quien tuiteó sobre la incredulidad sobre las víctimas que denunciaron al autor Herson Barona, quien ha sido acusado de haber violentado a más de 10 mujeres, entre acciones como golpes, manipulación, embarazo y abandono.

 

 

Barona emitió una postura admitiendo que ha cometido errores en el pasado, con un “pero” tras el que escribió que algunas de las acusaciones son graves y no las ha cometido. Posteriormente publicó un comunicado con el cual intenta deslindarse y llama a las denuncias síntoma de un “dolor colectivo”:

 

A la fecha se acumulan más de 200 denuncias publicadas únicamente en @MeTooEscritores, sin contar la multitud de denuncias emitidas en otros sectores sociales.

@MeTooEscritores

 

La agencia mexicana de la Organización de las Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres) se solidarizó con la iniciativa y emitió el siguiente tuit:

 

No obstante a lo legítimo de la iniciativa, considerando la realidad de estos espacios donde las mujeres ejercen su profesión y viven su día a día entre violencias de género sistemáticas y normalizadas, se han tenido todo tipo de respuestas…

 

 

El #NotAllMen contra el #YoSíTeCreo

 

Para muchas personas el fenómeno de las denuncias anónimas parece ser una suerte decacería de brujas” (las brujas eran mujeres siendo perseguidas) y señalan lo infundadas que pueden estar las acusaciones que, aunque casi en ninguno de los casos tiene repercusiones legales, sí influyen y afectan la vida de quienes son acusados.

 

“Hacer una denuncia pública implica muchísimo valor, porque no sólo es revivir la agresión, es enfrentarse a una gran parte de la sociedad que la hará sentirse culpable una y otra vez por ‘haber permitido’ cualquier tipo de violencia, como si esta haya sido su responsabilidad” –Carol Santana.

 

Yo Sí Te Creo

Podemos dividir la postura de las personas ante las denuncias anónimas en dos ramas principales: en la primera, la mayoría son mujeres autoproclamadas feministas, que en cada denuncia publicada en redes comentan con el hashtag #YoSíTeCreo, como un acto sororo para demostrar que están con las otras mujeres que han sido víctimas de agresiones o violencia sexual y han decidido denunciar.

 

 

Not All Men

Por otro lado está la gente que considera estas denuncias ilegítimas y simples “linchamientos mediáticos”; haciendo alusión a la defensa de la presunción de inocencia de los acusados quien en la mayoría de los casos, son el hijo, hermano, padre, maestro, tutor, tío o el amigo de alguien que se niega a sospechar de la persona denunciada.

Que si la denuncia formal con el poder judicial; que si estaba fuera de sí; que en la peda ninguno está en su juicio; que si él no es así y nunca haría eso… 

 

 

 

Personas congéneres, escribiéndoles como un hombre les digo queramos o no formamos parte del grupo opresor de las mujeres. Saltar a defender a tus compas ante la ola de denuncias sólo demuestra el poco entendimiento de la masculinidad, las dinámicas de poder y los constructos de privilegio que conforman al hombre.

Las instituciones te protegen a ti, te respaldan a ti, te atienden a ti; incluso el Derecho fue hecho por hombres,  para ti: un hombre. Así que analiza la posibilidad que los agresores no son villanos de película y lucen más como las personas que has tenido toda tu vida a tu lado.

 

 

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Las leyes en México y la Justicia Restaurativa

 

Las denuncias anónimas o las que llevan nombres y fechas, son un acto consecuente y necesario frente al panorama de absoluto cinismo ante las injusticias machistas en los gremios literarios, de música, de cine, etc.

En el trasfondo de éstas denuncias se halla una intención reparativa y autorestauradora que no en todo momento busca el castigo como vía para la justicia. Sin embargo, las denuncias que se realizan con carácter jurídico y cuya intención de la víctima es el castigo o la sanción por parte del Estado contra el agresor, se ven obstruidas por una ausencia de legislación o actualización de la misma, que tipifique al acoso sexual como un delito, pues, en casi la mitad de las entidades federativas en México las leyes no lo contemplan.

 

Acoso sexual y hostigamiento sexual

En el país sólo 16 estados tipifican como delito el acoso sexual; el resto de entidades en la República tienen la figura jurídica del hostigamiento sexual. La pena más alta asciende a los 8 años de prisión.

Las entidades que lo reconocen son: Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Coahuila, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Guerrero, Puebla, Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Ciudad de México.

Se entiende como una reacción consecuente que las mujeres ocupen otros espacios (como las redes sociales), para cubrir la representación que el Estado y el Derecho no les brinda. 


Gracias a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia desde el 2007 el acoso sexual es reconocido como figura jurídica como:

“una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos.”

En el caso del hostigamiento sexual, está reconocido en el Código Penal Federal desde el 1991, citando:

“es el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar. Se expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva.”

 

Justicia restaurativa

En las denuncias anónimas noto una aspiración no sólo hacia la sanción social, sino también hacia un tipo de justicia restaurativa, que es aquella forma de pensar la justicia cuyo foco de atención son las víctimas y sus necesidades, así como la incentivación de los autores de las agresiones u ‘ofensores’ a asumir responsabilidad de sus acciones y de alguna manera reparar el daño, sin el fin de castigar a estos últimos, ni aplicarles principios legales abstractos.

 

 

#EscritorasJuntasMarabunta

Este fue otro hashtag resultado del #MeTooEscritoresMexicanos que está siendo compartido el miércoles 27 de marzo, acompañado de un texto colectivo.

Anexo ‘la manifiesta’ del gremio de escritoras que está circulando en redes sociales:

 

Como hombres y sociedad, nos queda escuchar activamente lo que las mujeres están diciendo y traducirlo en cambios en la vida real de las personas, en sus relaciones, dinámicas y espacios. Ejercer masculinidades sanas donde no se solapen, ni se practiquen violencias hacia las mujeres.

 

La imagen de portada fue tomada de Instagram. Artista: @sofiaweidner

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