Mexicanalladas: Franeleros viene viene

Autor: Publiko 16 agosto, 2018


Vivimos en un país de desigualdades, en el que las oportunidades no son las mismas para todos porque los filtros para acceder a ellas son controladas por unos cuantos. También vivimos en un país en el que solemos escudarnos en la falta de oportunidades para ser oportunistas, que se trata más bien de tomar ventaja de la situación de otro. Algo así sucede con el asalto pasivo, mejor conocido como franelerismo.

Los franeleros son todo un fenómeno social que surge precisamente de la explotación del espacio público a manos de oportunistas que deciden arbitrariamente cobrar por, literalmente, ocupar un pedacito de calle, que en teoría es de todos.

Podríamos adoptar una visión lastimera de los franeleros y decir que son personas de escasos recursos que no tuvieron acceso a las mismas oportunidades que un señor blanco privilegiado, lo cual en muchos sentidos es verdad. Sin embargo, no se trata de comparar el agua con el aceite, pues bajo ninguna circunstancia se puede concebir que existan mafias que secuestran las calles y que viven de ello “honradamente”.

No hay nada malo en que una persona sin acceso a todas las oportunidades se autoemplee para brindar un servicio, siempre y cuando sus clientes accedan a pagar por ese servicio y, por supuesto, no haga daño mientras lo brinda. El problema con los franeleros es que no preguntan, simplemente se apropian de una calle y a partir de ese momento comienzan a cobrar por estacionarse en ella. Aquí es donde la maquinaria se echa a andar, porque no se trata de un hombre solitario que llegó con su trapito a decir “son 20 pesos, aquí se lo cuidamos”, sino de un líder comerciante de la colonia que le cobra derecho de piso y un patrullero que pasa día con día a cobrar su mordida para compartirla con el jefe de sector, más la bandita de delincuentes con la que el franelero se alía para obtener protección a cambio de un poco de información sobre sus clientes.

Es frustrante saber que cuando llegas a un lugar y hay alguien que te echa aguas sólo tienes dos opciones: pagarle a regañadientes la cantidad que te solicita o ponerte al brinco con la triste seguridad de que cuando regreses tu coche tendrá algún daño. Peor aún, si quieres reclamar el daño tendrías que hacer que su principal cómplice, el patrullero, se lo lleve al ministerio público, pero ya ahí tendrías que convencer al ministerio público, que es cómplice del patrullero, que proceda contra el franelero.

Con una mentalidad oportunista, ni todas las oportunidades del mundo garantizan que la gente las vaya a aprovechar.

Comentarios

comentarios

Temas relacionados con esta nota:     , , ,