5 enfermedades incurables en pleno 2018
Autor: Publiko 4 septiembre, 2018
La medicina ha logrado llegar a niveles sorprendentes: lo que antes representaba una garantía mortal, ahora puede ser tratada y las personas logran llevar una vida moderadamente cotidiana. Hemos conseguido erradicar unas temibles y controlar otras aún más escalofriantes, pero siguen existiendo algunas que simplemente no podemos curar. Te dejamos una lista de enfermedades que en pleno 2018 siguen siendo incurables.
- El Sida
Aunque los avances científicos han logrado controlar ya varios casos de este virus, no quiere decir que desaparezca por completo, se pueden regular los síntomas y mantenerlos a raya. Antes, una persona que no era tratada tenía aproximadamente 3 o 4 años de esperanza de vida. Actualmente, se puede llevar lo que se llama “una vida normal”.
- El Ébola
Esta enfermedad tuvo un brote muy escandaloso en el continente africano, causando la muerte de un número considerable de personas. No existe una cura como tal para este padecimiento, sólo con medicamentos y tratamientos se pueden controlar los síntomas y ayudar a tener una mejor calidad de vida. Éstos van desde un mareo y diarrea hasta hemorragias internas.
- La Polio
Este virus sumamente contagioso según la OMS, tiene principal incidencia en niños y niñas. Ya que se adquiere el virus, se reproduce con rapidez y comienza a afectar al organismo con extrema agresividad. Esta enfermedad es incurable y de cada 200 casos, uno puede producir parálisis.
- La Diabetes
Relacionada con la insulina y una hormona que regula el azúcar en el cuerpo, es una de las enfermedades más sonadas por el nivel de complicación al que se puede llegar con facilidad. El tratamiento es vitalicio y en ocasiones viene acompañado de muchas incomodidades.
- Gripe común
Recordemos que la gripa es causada por un virus y estos no desaparecen del cuerpo ni mueren como las bacterias. Esto significa que aunque no tengamos los síntomas, siguen en nuestro cuerpo de manera inactiva. No quiere decir que estemos enfermos todo el tiempo, ya no hay padecimiento pero seguimos con nuestro pequeño hospedero en el organismo.